martes, enero 30, 2007

Los Valores de la Radiodifusión

Hace mas de cien años la gente tenia muy pocas formas de comunicarse ( no vale a pena describirlas ), una de ellas y que dio inicio a el progreso fue el radio ( que tampoco vale la pena decir en que consiste ), por aquellos días había muy poca música o era muy poco conocida ya que estaba en manos de trovadores, juglares y demás entes practicantes de la armónica auditiva y con la aparición de esta herramienta tecnológica se diversificaron los matices del oyente siendo capaz de escuchar cosas que se hacían mas allá de sus fronteras de conocer otros géneros distintos a los que estaba acostumbrado, esto dio pie a que las nuevas generaciones fueran mas concientes y quisieran conocer mas y así comenzó la era comercial ( que no voy a criticar en este momento ), sin embargo ahora el radio aunque ya pocos lo escuchan sigue siendo un medio de comunicación e interés, que en México es poco explotado y en el que encontramos prácticamente de todo desde la radio hablada hasta estaciones dedicadas completamente a la música clásica, y esto viene a colación por la creación de un nuevo programa que se transmite los Lunes y los Viernes de 5 a 6 de la tarde por www.stereoimagen.com y en el cual participo yo, y en el cual se aborda el arte y la música como medio de expresión escúchenlo tal vez sea interesante para ustedes personas dedicadas al conocimiento.

martes, enero 23, 2007



La mirada a la Luna

Al calor de la luz del sol se desespera la luna por ser olvidada,

En los reflejos de las almas abatidas se siente frustrada,

Por no ser cobijo de los amantes nocturnos,

Por no ser el camino de lobos fieros y taciturnos.

Odia la luz como ama el reflejo en su rostro,

En un ir y venir de emociones que confunden su corazón roto,

Una emoción apretando por dentro y oprimiendo su pensamiento,

Serenamente a esta parte del mundo perdido y descontento.

Cansada del sufrimiento, de esperar la oscuridad y su aliento,

Desesperada en sus adentros por gritarle al mundo:

Quiero ser feliz, quiero amar y ser musa del ser contento,

Que sea capaz de crear con sus manos obras al corazón desnudo.

Así se encontraba la señora luna con sus cabellos de plata,

Y en una colina un lobo sentado en una colina muy alta,

Con el aullido desgarrante llamaba a su manada,

Hambriento y solitario esperaba a su gente amada.

Sin recordar o poder olvidar e insano por la furia,

Trastornado por el deseo de venganza y la sangre derramada,

De su gran familia que de la vida arrancada,

Por un grupo de cazadores furtivos fue asesinada.

Con un bosque talado y la comida que había menguado,

Con la desesperación a una granja cercana habían bajado,

Y con una veintena de ovejas su hambre habían saciado,

Pues es natural la muerte de unos en la naturaleza de este lado.

Taladores y granjeros fúricos porque su comida fue arrebatada,

Decididos a acabar con la plaga que devoro a su rebaño,

Tomaron armas, hachas y cuchillos, matar lobos fue acordado,

Así cuarenta o más hombres partieron a cumplir la fechoría planeada.

Huyendo y maldiciendo el líder de la manada apuro su carrera,

Con el costado adolorido y fracturado,

Un revés de hacha desafortunadamente lo había alcanzado,

Deseo haber quedado tendido en el campo de batalla.

Pero sentado y sangrando en la colina se hallaba,

Con la tristeza y la pérdida que a su alma mellaba,

Solo y observando a la luna con lagrimas en el hocico,

Aullando por un destino que le fue arrebatado.

Con tiernos ojos volteo señora luna a ver al lobo,

Recordando la malicia de la mano pueblo humano,

Al que había visto desde hace muchos años a otros seres destruir,

Aunque no muchos como su vida y mas de los que podría pedir.

Amantes de la vida propia y ajenos al sufrimiento de otros,

Por largo tiempo señora luna de los hombres esto ha pensado,

Observándolos largo tiempo y siendo cobijo de amantes solitarios,

Y paciente espectadora de las guerras y dolores que ellos han creado.

Ajena al materialismo por los hombres bien practicado,

Largo rato lamento la pérdida del sangrante lobo,

Con ojos piadosos ilumino su desconsolado rostro,

Luz de plata para el consuelo del animal fue su regalo.

En lo alto de la colina a partir de ese día se encuentra un lobo ausente,

Con el corazón roto y derramando lagrimas por su familia,

Enamorado de la luna en la que con amor mutuo encontró consuelo,

Aúlla con mucho aliento esperando el día que acabe su sufrimiento.